El cardenal Robert Francis Prevost fue elegido como el nuevo líder de la Iglesia Católica y asumirá el nombre de Papa León XIV. Con esta decisión, anunciada tras la fumata blanca en la Capilla Sixtina, se convierte en el primer pontífice originario de Estados Unidos, un hecho sin precedentes en la historia del Vaticano.
El cónclave, que inició el 7 de mayo con 133 cardenales electores, alcanzó un consenso el día siguiente. La elección fue confirmada cuando apareció el humo blanco, símbolo tradicional de que se ha seleccionado a un nuevo Papa. León XIV sucede a Francisco, fallecido el pasado 21 de abril, y asumirá el liderazgo en un periodo marcado por desafíos sociales, migratorios y eclesiales a nivel global.
Nacido en Chicago en 1955, Prevost ha tenido una carrera extensa dentro de la Iglesia. Fue ordenado sacerdote en 1982 y ha ocupado múltiples cargos relevantes, incluyendo una década como misionero en Perú, donde también fue obispo de Chiclayo. En 2023, fue designado Prefecto de la Dicasteria para los Obispos, uno de los puestos más influyentes del Vaticano, y creado cardenal ese mismo año.
Prevost es también ciudadano peruano desde 2015, reflejo de su larga vinculación con América Latina. Fue elegido Prior General de la Orden de San Agustín entre 2001 y 2013, y obtuvo un doctorado en Derecho Canónico en Roma, centrando su investigación en estructuras de liderazgo dentro de su orden religiosa.
Su elección rompe con siglos de tradición eurocentrista y refleja la creciente internacionalización de la Iglesia. Tres cuartas partes de los cardenales electores fueron designados por Francisco y representan a 71 países. Este cambio en la composición del cónclave habría favorecido la elección de un perfil con experiencia global y sensibilidad regional.
En su primera aparición pública desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el nuevo Papa pidió oraciones y expresó su deseo de “trabajar juntos para construir un mundo más justo y misericordioso”. La elección del nombre León XIV alude a una línea histórica de papas conocidos por su liderazgo firme, aunque el pontífice no explicó los motivos específicos de su elección.
León XIV enfrentará una agenda cargada de expectativas: desde continuar las reformas internas iniciadas por su predecesor, hasta abordar temas como la pobreza, los flujos migratorios y la rendición de cuentas por abusos dentro de la Iglesia. Su experiencia en América Latina y su gestión en la Curia Romana lo perfilan como un líder con enfoque pastoral y administrativo equilibrado.