En 2024, el 76.5 % de la población en México contaba con al menos un producto financiero, como cuentas de ahorro, créditos, seguros o afores. Esto representa un aumento de 8.1 puntos porcentuales en comparación con 2015, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024, realizada por el INEGI y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
El acceso a productos financieros creció en todas las regiones del país. La mayor expansión se registró en la zona centro-sur y oriente, con un incremento de 14.1 puntos porcentuales, seguida por la región noroeste (8.9 puntos) y la noreste (7.9 puntos). En términos de género, el 72.8 % de las mujeres y el 80.9 % de los hombres contaban con al menos un producto financiero.
El uso de herramientas digitales también mostró un avance significativo. Entre 2021 y 2024, la proporción de personas con cuentas contratadas a través de internet o aplicaciones no bancarias creció 7.6 puntos porcentuales. Además, el porcentaje de quienes utilizan aplicaciones móviles para consultas o movimientos financieros pasó de 54.3 % a 69.1 %. En contraste, el uso de cajeros automáticos y sucursales bancarias disminuyó en 16.8 y 5.0 puntos porcentuales, respectivamente.
En cuanto a los medios de pago, el uso de efectivo disminuyó, mientras que las tarjetas bancarias y las transferencias electrónicas ganaron mayor presencia. El mayor crecimiento se observó en las transferencias electrónicas para compras mayores a 500 pesos, con un aumento de 4.8 puntos porcentuales desde 2021.
El acceso a créditos formales también aumentó, alcanzando al 37.3 % de la población. Sin embargo, solo 22.9 % de las personas contaban con un seguro, lo que representa una disminución de 1.9 puntos porcentuales desde 2015. En el caso de las afores, el 42.2 % de la población tenía una cuenta para el retiro, aunque persisten brechas de género: 34.2 % de las mujeres contaban con una afore, frente al 51.4 % de los hombres.
Los datos de la ENIF 2024 son fundamentales para evaluar el avance de la Política Nacional de Inclusión Financiera y la Estrategia Nacional de Educación Financiera. Su objetivo es fortalecer el acceso a servicios financieros y mejorar el conocimiento sobre el manejo del dinero, contribuyendo a la reducción de desigualdades y al crecimiento económico del país.