El Banco de México (Banxico) sorprendió al mercado al anunciar una reducción en su tasa de interés de referencia, llevándola a 10.75%, un recorte de 25 puntos base respecto al nivel anterior. Esta decisión, la segunda disminución tras la reducción a 11.00% en marzo, fue adoptada en medio de un entorno financiero marcado por alta volatilidad, la depreciación del peso mexicano y presiones inflacionarias.
La votación de la Junta de Gobierno de Banxico reveló una división entre sus miembros. A favor del recorte votaron Victoria Rodríguez Ceja, Galia Borja Gómez y Omar Mejía Castelazo, mientras que Irene Espinosa Cantellano y Jonathan Heath se opusieron, argumentando la necesidad de mantener la tasa en su nivel anterior debido a las presiones inflacionarias persistentes.
En su comunicado, Banxico explicó que la decisión se tomó tras evaluar el comportamiento de la inflación, los choques que han afectado al componente no subyacente y la previsión de que sus efectos se disipen en los próximos trimestres. A pesar del reciente aumento en la inflación anual, que se situó en 5.57% en julio, la Junta de Gobierno consideró que las condiciones justificaban una reducción en el grado de restricción monetaria.
Banxico también ajustó al alza sus pronósticos de inflación para el corto plazo, estimando una tasa de 5.2% para el tercer trimestre y 4.4% para el cuarto trimestre, reflejando el impacto de los choques de oferta en la inflación no subyacente. Aun así, el banco central mantiene su expectativa de que la inflación converja a su meta de 3% hacia finales de 2025.
El balance de riesgos para la trayectoria inflacionaria, según Banxico, sigue sesgado al alza, con factores como la persistencia de la inflación subyacente y una posible mayor depreciación cambiaria. Sin embargo, también señaló posibles riesgos a la baja, como una actividad económica menor a la anticipada y un menor traspaso de presiones de costos a los precios.