Aeroméxico, la principal aerolínea del país, anunció la suspensión de sus vuelos a Ecuador del 1 de julio al 18 de diciembre, en medio del conflicto diplomático entre ambos países. Esta medida ocurre casi dos meses después de la ruptura de relaciones diplomáticas tras un incidente en la Embajada mexicana en Quito.
La aerolínea no especificó las razones detalladas para la cancelación temporal de la ruta Ciudad de México-Quito. Sin embargo, medios ecuatorianos han señalado que los trámites burocráticos se han complicado debido a la crisis diplomática y han reportado una disminución en el flujo de viajeros. El 5 de abril, la Policía ecuatoriana asaltó la Embajada mexicana en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien estaba refugiado en la sede diplomática desde diciembre de 2023. Este hecho provocó que México cerrara su Embajada indefinidamente y Ecuador suspendiera sus consulados en territorio mexicano el 15 de mayo.
La suspensión de los vuelos de Aeroméxico se suma a las dificultades de los viajeros entre ambos países, especialmente porque los ecuatorianos necesitan visado para ingresar a México. La falta de representación diplomática ha complicado significativamente la atención consular y la gestión de trámites migratorios.
El jueves pasado, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) rechazó las medidas cautelares solicitadas por México en respuesta al asalto de la Policía ecuatoriana. Sin embargo, la CIJ reafirmó la “inviolabilidad” de las sedes diplomáticas como un principio absoluto, lo que el Gobierno mexicano consideró una victoria parcial. México espera que su demanda prospere en una resolución final y ha expresado satisfacción por el reconocimiento de este principio fundamental del derecho internacional.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha expresado su confianza en que la demanda de México ante la CIJ resulte favorable y ha descartado, por el momento, un diálogo directo con el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa. López Obrador ha enfatizado que cualquier reconciliación futura dependerá de las gestiones diplomáticas de instituciones como la Organización de Estados Americanos (OEA) o la ONU y la disposición al diálogo de ambos países.
Independientemente del fallo final de la CIJ, será crucial la intervención de organismos internacionales y la voluntad política de las futuras administraciones en México y Ecuador para restablecer relaciones diplomáticas y resolver el conflicto actual. Mientras tanto, la suspensión de vuelos de Aeroméxico representa un síntoma más de la tensión entre las dos naciones, afectando tanto a viajeros como a los sectores económicos vinculados al turismo y a los negocios bilaterales.
La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de este conflicto, esperando que las partes involucradas encuentren una solución pacífica y respetuosa de los principios diplomáticos y del derecho internacional.