Este lunes, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), encabezada por Édgar Amador Zamora, entregó el Paquete Económico 2026 al Congreso de la Unión en un acto protocolario realizado en la Cámara de Diputados. El evento, que tuvo lugar a las 22:30 horas con un retraso de más de cuatro horas respecto al horario previsto, marca el inicio del análisis legislativo para definir las finanzas del país en el segundo año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Los documentos fueron recibidos por la presidenta de la Mesa Directiva, Kenia López Rabadán, y posteriormente serán entregados al Senado de la República.
El Paquete Económico 2026 incluye tres elementos clave: los Criterios Generales de Política Económica, la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación. Según Hacienda, el paquete proyecta ingresos totales por 8.7 billones de pesos y un presupuesto total de 10.1 billones de pesos, con un déficit presupuestario de 1.39 billones de pesos, equivalente al 4.1% del Producto Interno Bruto (PIB). Este déficit es ligeramente menor al 4.3% proyectado anteriormente, reflejando un esfuerzo por mantener la disciplina fiscal. Además, se espera un crecimiento económico de entre 1.8% y 2.3%, una cifra optimista frente a proyecciones más conservadoras de organismos como el Fondo Monetario Internacional (1.4%) y el Banco de México (0.9%).
El titular de la SHCP destacó que los programas sociales recibirán recursos equivalentes al 3% del PIB, beneficiando al 82% de las familias mexicanas. Los ingresos tributarios, que alcanzarán 5.8 billones de pesos (15.1% del PIB), serán la base de la recaudación, impulsada por medidas contra la evasión fiscal, digitalización y una reforma aduanera incluida en la miscelánea fiscal. No se contemplan nuevos impuestos, pero se eliminan beneficios fiscales para bancos en sus pagos al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), lo que generará ingresos adicionales por 10 mil millones de pesos. También se prevén ajustes a los impuestos de las refresqueras, aunque no se detallaron montos específicos.
La presidenta Sheinbaum subrayó que el paquete busca fortalecer la economía en un contexto internacional complejo, marcado por tensiones comerciales y geopolíticas. Resaltó que México ha mostrado resiliencia gracias a un mercado laboral dinámico, salarios reales en crecimiento, un proceso desinflacionario y un sector externo sólido apoyado por el TMEC. Entre 2018 y 2024, estas políticas permitieron sacar de la pobreza a 13.4 millones de personas, según el secretario de Hacienda.
El Paquete Económico 2026 será analizado por la Cámara de Diputados, que tiene hasta el 20 de octubre para aprobar la Ley de Ingresos, mientras que el Senado podrá revisarla hasta el 31 de octubre. El Presupuesto de Egresos, responsabilidad exclusiva de la Cámara Baja, debe definirse a más tardar el 15 de noviembre. Este proceso legislativo será crucial para determinar cómo se distribuirán los recursos en sectores clave como salud, educación, infraestructura y programas sociales, en un entorno económico desafiante marcado por una desaceleración económica y el aumento del costo financiero de la deuda.
Críticos han señalado que las proyecciones de crecimiento podrían ser demasiado optimistas y que el énfasis en programas sociales podría presionar las finanzas públicas. Sin embargo, el gobierno defiende que el paquete refleja una visión de responsabilidad fiscal combinada con una política humanista que prioriza el bienestar y la justicia social. La discusión en el Congreso durante las próximas semanas definirá el rumbo económico de México para 2026, en un esfuerzo por equilibrar el crecimiento económico con la sostenibilidad financiera.