Esta tarde la Ciudad de México experimentó una serie de microsismos que han causado inquietud entre sus habitantes. De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), se registraron al menos seis movimientos telúricos a lo largo del día, todos de baja magnitud, pero perceptibles en varias alcaldías.
El primer sismo ocurrió a las 00:39 horas, con una magnitud de 2.5 y epicentro a 2 kilómetros al sureste de la alcaldía Miguel Hidalgo. Este movimiento fue sentido en las demarcaciones de Álvaro Obregón, Coyoacán y Cuauhtémoc. Posteriormente, a las 05:13 horas, se reportó un segundo temblor de magnitud 2.0, también en Miguel Hidalgo. Durante la mañana, el SSN continuó registrando microsismos, incluido uno a las 10:26 horas con magnitud de 2.4, localizado a 2 kilómetros al oeste de Benito Juárez.
La percepción de estos sismos provocó reacciones en redes sociales, donde algunos usuarios compartieron sus experiencias, describiendo el movimiento como un “brinco” o “jalón fuerte”. La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) activó los protocolos correspondientes, y hasta el momento no se han reportado daños ni incidentes significativos en la ciudad.
México es conocido por su actividad sísmica, especialmente debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Los expertos indican que los microsismos son comunes y forman parte del comportamiento natural del terreno en esta región. A pesar de esto, la población se mantiene alerta, particularmente en septiembre, mes históricamente marcado por sismos significativos.
Las autoridades han recomendado a la población mantenerse informada sobre las alertas sísmicas y preparar mochilas de emergencia que incluyan elementos esenciales como agua, alimentos no perecederos y documentos importantes. En caso de un sismo, es crucial seguir las instrucciones del personal en los edificios y buscar refugio bajo estructuras firmes.
Los microsismos, definidos como movimientos telúricos de baja magnitud, generalmente menores a 3.0 en la escala de Richter, son causados principalmente por la activación de fallas geológicas en el subsuelo. En la Ciudad de México, estas fallas están asociadas a la interacción entre las placas tectónicas de la región. La acumulación de energía en estas fallas puede liberar tensión de forma repentina, generando los microsismos.
Aunque los microsismos son generalmente inofensivos y rara vez causan daños significativos, pueden indicar actividad tectónica más amplia. En algunos casos, se ha observado que estos movimientos preceden erupciones volcánicas, lo que resalta su importancia en el monitoreo geológico. Las autoridades continúan monitoreando la situación para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
