México es un país con un elevado potencial de ahorro, especialmente por su significativo bono demográfico. A pesar de esta ventaja, la población mexicana no ahorra de manera óptima y existen incertidumbres sobre cómo se realiza este ahorro. Aunque a largo plazo ha aumentado el porcentaje de la población que ahorra, actualmente no se alcanzan los niveles históricos.
Según un estudio de la organización México Cómo Vamos, solicitado por Vanguard, el segundo administrador de fondos más grande del mundo, al cierre de 2022, el 58.6% de la población en edad de trabajar ahorra. Sin embargo, este porcentaje está por debajo del 67% observado en 2018. Este descenso refleja una problemática en la cultura del ahorro que necesita atención.
Adicionalmente, el 67.8% de la población en edad de trabajar afirma tener un instrumento financiero formal, lo cual podría incrementar el potencial de ahorro. Sin embargo, la existencia de estos instrumentos no siempre se traduce en un aumento efectivo del ahorro, debido a la falta de información y educación financiera adecuada.
El estudio de México Cómo Vamos revela que el potencial de ahorro en México es considerable. La cifra de mexicanos que ahorran o pueden ahorrar es de 22 millones 955 mil 394 personas. Este mercado se divide en dos categorías: el mercado potencial de ahorro debe transición, que incluye a 15 millones 879 mil 171 personas que ya ahorran y pueden transitar a mecanismos financieros más formales, y aquellos que aún no ahorran, que suman 7 millones 76 mil 223 personas.
Si se traduce a pesos, el potencial de ahorro en México asciende a 11 mil 28 millones de pesos mensuales, lo que se traduce en 132 mil 336 millones de pesos anuales. Convertido a dólares, esto representa un potencial de ahorro mensual de 648.7 millones y un ahorro anual de 7 mil 784.47 millones. A modo de comparación, cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) indican que al cierre de 2023, el ahorro financiero total en México fue de 28 mil millones de pesos.
Estas cifras indican que México tiene un camino considerable por recorrer en materia de ahorro financiero. El potencial es enorme, pero no se explota debido a la falta de cultura financiera, baja cifra de promotores financieros, regulación que inhibe el ahorro, la inversión y el crédito, además de una desconfianza crónica en las instituciones bancarias.
Estas causas han sido un lastre para el país durante muchos años. El problema no es nuevo, pero no ha sido abordado de manera efectiva por las autoridades responsables. Con la llegada de una nueva administración, existe la oportunidad de detonar un boom de ahorro interno que podría resolver muchos de los problemas económicos del país.
Inundar la economía mexicana con ahorro interno podría generar una estabilidad financiera significativa y proporcionar los recursos necesarios para el desarrollo sostenido. Este cambio no solo beneficiaría a los individuos y familias que lograrían mayor seguridad financiera, sino que también fortalecería la economía en su conjunto, permitiendo mayores inversiones y un crecimiento económico más sólido.
