México se alista para enfrentar el huracán Alvin, el primer ciclón tropical de la temporada 2025 en el Océano Pacífico, que marca el inicio de un período de vigilancia y preparación en las zonas costeras del país. Este fenómeno, nombrado según la lista oficial de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se espera que se forme a partir del 15 de mayo, fecha en que oficialmente comienza la temporada de huracanes en el Pacífico Nororiental, la cual se extenderá hasta el 30 de noviembre.
La Secretaría de Marina (SEMAR), el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) han emitido pronósticos que anticipan una temporada activa, con un total de 19 ciclones tropicales en el Pacífico, de los cuales Alvin será el primero en desarrollarse. Este fenómeno podría traer consigo lluvias intensas, vientos fuertes y oleaje elevado, afectando principalmente las costas occidentales de México, aunque su impacto exacto dependerá de su trayectoria y fuerza, que aún no están completamente definidas.
El huracán Alvin se originará en el Océano Pacífico, específicamente en la cuenca del Pacífico Nororiental, frente a costas mexicanas. Según los expertos, los ciclones tropicales como Alvin se forman cuando las temperaturas superficiales del mar superan los 26 °C, combinadas con condiciones atmosféricas favorables, como baja presión y alta humedad. El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos y el SMN monitorean constantemente estas condiciones mediante satélites y modelos meteorológicos para prever la evolución de los sistemas. Aunque no se ha establecido una trayectoria precisa, los pronósticos indican que Alvin podría afectar estados como la Península de Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, especialmente en el Golfo de Tehuantepec. Además, entidades como Puebla podrían experimentar lluvias intensas y deslaves debido a la influencia indirecta del ciclón. En el caso de Chiapas, aunque raramente recibe impactos directos, las lluvias asociadas a ciclones cercanos suelen causar inundaciones y afectaciones en infraestructura.
La temporada de huracanes 2025 se espera particularmente activa debido a las condiciones climáticas actuales. Según la SEMAR, de los 19 ciclones pronosticados en el Pacífico, se anticipan una depresión tropical, ocho tormentas tropicales, seis huracanes de categoría 1 o 2 (con vientos de 119 a 177 km/h) y cuatro huracanes intensos de categoría 3, 4 o 5 (con vientos superiores a 178 km/h).
En el Atlántico, se prevén 17 ciclones, comenzando con el huracán Andrea el 1 de junio. Estas cifras reflejan un incremento en la actividad ciclónica, influenciado por el cambio climático, que ha elevado las temperaturas oceánicas y la humedad atmosférica, según un informe de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA). Desde 1991 hasta 2020, el Atlántico registró un promedio de 14 tormentas tropicales anuales, de las cuales siete evolucionaron a huracanes, pero el calentamiento global está incrementando la frecuencia de huracanes más intensos, como se observó con el huracán Otis en 2023, que alcanzó la categoría 5 e impactó Guerrero.
Las lluvias asociadas a Alvin podrían recargar mantos acuíferos, llenar presas y proveer agua para actividades agropecuarias, beneficiando regiones áridas. Sin embargo, los riesgos son significativos: inundaciones, deslaves, daños a infraestructura y pérdida de cultivos son algunas de las consecuencias negativas. Para mitigar estos riesgos, Protección Civil han actualizado la Plataforma Digital para Refugios Temporales, que registra 11,647 refugios con capacidad para albergar a más de 2.4 millones de personas en caso de emergencia. Además, se han diseñado 2,450 mapas de riesgo que identifican puntos críticos en las 32 entidades federativas.
Las autoridades mexicanas han iniciado acciones preventivas. Estas incluyen campañas de difusión, talleres de capacitación para miembros de Protección Civil y la elaboración de escenarios de impacto que integran el Atlas Nacional de Riesgos. Las recomendaciones dirigidas a la población incluyen el mantenerse informado mediante fuentes oficiales, preparar un kit de emergencia con agua, alimentos no perecederos, linterna, radio y documentos importantes, y reforzar viviendas para resistir vientos y lluvias.
La temporada de huracanes 2025, con Alvin como su primer capítulo, pone a prueba la capacidad de México para enfrentar fenómenos naturales cada vez más intensos. La colaboración entre autoridades, científicos y ciudadanos será crucial para minimizar los daños y aprovechar los beneficios de estos eventos. Para actualizaciones en tiempo real, se recomienda consultar los portales del SMN (smn.conagua.gob.mx), el NHC (nhc.noaa.gov) o plataformas como AccuWeather, que ofrecen mapas de trayectorias y alertas meteorológicas.
