El Papa Francisco, de nombre Jorge Mario Bergoglio, falleció este lunes 21 de abril a las 7:35 a.m. (hora de Roma) en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano. Tenía 88 años y padecía una neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado durante 37 días. Su deceso fue confirmado por el cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano, en una declaración televisada desde la capilla donde residía el pontífice.
Francisco fue el primer papa latinoamericano y jesuita en liderar la Iglesia Católica. Asumió el papado en 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI. Durante su pontificado, se destacó por su enfoque pastoral centrado en los pobres y marginados, así como por impulsar reformas significativas dentro de la Iglesia.
Con su fallecimiento, se ha activado el protocolo de “sede vacante”, que implica la convocatoria de un cónclave para elegir al nuevo papa. Este proceso se llevará a cabo entre 15 y 20 días después de la muerte del pontífice, en la Capilla Sixtina, y contará con la participación de los cardenales menores de 80 años. Durante el cónclave, los cardenales emitirán votos secretos hasta alcanzar una mayoría de dos tercios para elegir al nuevo líder de la Iglesia. El resultado se anunciará mediante la tradicional “fumata”: humo negro si no hay acuerdo y blanco cuando se elige al nuevo pontífice.
El cuerpo del Papa Francisco será trasladado a la Basílica de San Pedro el 23 de abril para que los fieles puedan rendirle homenaje. Diversas personalidades y líderes mundiales han expresado sus condolencias, destacando su legado de humildad, amor y compromiso con los más necesitados.
La Iglesia Católica se prepara ahora para un periodo de reflexión y decisión, en el que se elegirá al nuevo papa que continuará la labor pastoral y espiritual iniciada por Francisco.
