El sábado 18 de octubre, el Partido Acción Nacional (PAN) realizó su relanzamiento oficial en un evento que busca marcar el inicio de una “nueva era azul”. Bajo el mando de su presidente nacional, Jorge Romero, miles de personas se reunieron en la Ciudad de México para una marcha pacífica que partió del Monumento a la Revolución hacia el Ángel de la Independencia, y cerró en el Frontón México, el mismo lugar donde el partido se fundó en 1939. El objetivo era claro: reconectar con la gente común, renovar la imagen del PAN tras derrotas electorales como la de 2024 y reafirmar sus raíces conservadoras, oponiéndose a lo que llaman el “cártel de Morena”.
Durante el acto, Romero enfatizó que el PAN no busca más alianzas partidistas, como la extinta Va por México con el PRI, sino una “apertura total” a la ciudadanía. Cualquier persona, sin importar su pasado político, podrá afiliarse o postularse como candidata a través de procesos internos simples y democráticos, con énfasis en jóvenes y diversidad. Como símbolo de cambio, presentaron un nuevo logo minimalista en azul, el primero en 73 años, con formas geométricas que representan fuerza y unidad. Los discursos criticaron al gobierno federal por temas como la inseguridad, la economía y políticas que ven como “falsamente progresistas”, y prometieron defender la justicia y las oportunidades para las familias mexicanas. Figuras como Kenia López Rabadán, presidenta de la Cámara de Diputados, y Mario Riestra, líder en Puebla, apoyaron el mensaje con videos y apariciones en vivo.
El evento tuvo toques festivos. Sin embargo, el relanzamiento genera más debate que celebración. La presidenta Claudia Sheinbaum lo criticó diciendo que fue “insensible” hacerlo en medio de la emergencia por inundaciones que dejó más de 70 muertos y miles de damnificados en varios estados. “Pudo haberse pospuesto dos semanas, cuando la situación estuviera más estable. Muestra sus prioridades equivocadas y poca empatía con el pueblo”, afirmó, agregando que el PAN sigue siendo “el mismo, solo con nueva imagen y en el mismo lugar con la misma gente”. Romero y otros líderes panistas defendieron la fecha, argumentando que el partido debe avanzar sin pausas para ser una alternativa real.
Además, surgen señales de divisiones internas: los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, figuras clave en la historia panista, no asistieron ni enviaron videos de apoyo, lo que analistas ven como fractura. El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, comentó que “el PAN tenía que hacer algo, porque las instituciones que no se adaptan desaparecen”. Medios de comunicación ven el acto como un intento de refundación de cara a las elecciones intermedias de 2027, pero advierten que sin líderes carismáticos ni propuestas frescas, podría no convencer al electorado.
Este relanzamiento llega tras un año de reflexión interna para el PAN, fundado en 1939 como opositor al PRI y que gobernó México de 2000 a 2012. Ahora, en un país polarizado, busca posicionarse como la opción principal contra Morena sin depender de coaliciones. El partido invita a más gente a unirse, y mientras las opiniones fluyen, queda por ver si este paso revitaliza al blanquiazul o expone más grietas.