El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto renombrar el Golfo de México como “Golfo de América”. Durante un mitin en Pensacola, Florida, Trump, quien asumirá la presidencia constitucionalmente el 20 de enero, argumentó que este nuevo nombre “suena mucho mejor” y es “lo apropiado para reflejar el espíritu estadounidense”. Esta declaración ha desatado reacciones tanto dentro como fuera de Estados Unidos, especialmente en México.
En respuesta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aprovechó su conferencia matutina para emitir una réplica en tono humorístico. Sheinbaum mostró un mapamundi de 1607 que ya denominaba la región en cuestión como “Golfo de México” y, de manera irónica, sugirió que, bajo la lógica de Trump, Norteamérica podría llamarse “América Mexicana”. La mandataria también destacó que el nombre “Golfo de México” es reconocido internacionalmente y forma parte del patrimonio histórico y cultural del país.
Además de esta propuesta, Trump ha hecho otras declaraciones controvertidas. Ha reiterado su interés en adquirir Groenlandia, calificando esta acción como “una necesidad estratégica para la seguridad nacional y la libertad mundial”. Su propuesta fue rechazada de inmediato por las autoridades de Dinamarca, país al que pertenece la isla, calificándola como “absurda”.
Por otro lado, Trump amenazó con imponer aranceles del 25% a los productos provenientes de Canadá y expresó que el país debería unirse a la Unión Americana, argumentando que el gobierno canadiense no ha tomado suficientes medidas para detener el flujo de migrantes y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Funcionarios canadienses respondieron con firmeza, advirtiendo sobre posibles represalias económicas, incluyendo restricciones al suministro energético hacia el norte de Estados Unidos.
En relación con el Canal de Panamá, Trump afirmó que Estados Unidos debería retomar el control del canal, argumentando que las tarifas actuales son “excesivas” y perjudican a los intereses estadounidenses. Las autoridades panameñas respondieron asegurando que la soberanía sobre el canal no es negociable y enfatizando su compromiso con el cumplimiento de los acuerdos internacionales.
Estas declaraciones de Trump han generado preocupación a nivel internacional, especialmente entre los países mencionados directamente, quienes han manifestado su oposición a las propuestas del republicano, subrayando el potencial impacto que estas políticas podrían tener en las relaciones diplomáticas y comerciales de Estados Unidos.