A una semana de las controvertidas elecciones presidenciales en Venezuela, Edmundo González Urrutia, excandidato opositor, se autoproclamó presidente electo del país. Esta declaración llega tras los comicios del 28 de julio, en los cuales el Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró a Nicolás Maduro como el ganador con el 51.2% de los votos frente al 44.2% obtenido por González.
González ha rechazado los resultados oficiales, alegando que las elecciones estuvieron plagadas de irregularidades y fraude. “No podemos aceptar estos resultados manipulados. El pueblo venezolano ha hablado y ha elegido un cambio. Me proclamo presidente electo de Venezuela en nombre de la democracia y la justicia”, afirmó González durante una rueda de prensa rodeado por sus seguidores y miembros de su partido.
En respuesta a los resultados, González ha anunciado la formación de un gobierno paralelo y ha hecho un llamado a las fuerzas armadas para que respeten la voluntad popular y no repriman al pueblo. “El ejército debe estar del lado del pueblo, no de un régimen opresor. Hago un llamado a todos los militares a que se unan a nuestra causa y defiendan la democracia”, agregó González.
La autoproclamación de González ha recibido el reconocimiento de varios países, incluyendo Perú, Estados Unidos, Argentina, Uruguay, Ecuador, Costa Rica y Panamá. El canciller peruano, Javier González-Olaechea, calificó las elecciones como un “fraude” y acusó a Maduro de intentar perpetuarse en el poder mediante una dictadura.
Por su parte, el gobierno de Maduro ha desestimado las acusaciones de fraude. Elvis Amoroso, presidente del CNE, defendió la transparencia del proceso electoral, afirmando que las elecciones fueron supervisadas por observadores internacionales y que reflejan la verdadera voluntad del pueblo venezolano.
La proclamación de González ha desencadenado protestas y manifestaciones en todo el país, con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en Caracas. Los enfrentamientos han resultado en el uso de gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a la multitud.