Esta mañana, el jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Antonio Martínez Dagnino, anunció en la conferencia matutina con el presidente Andrés Manuel López Obrador, que las empresas pertenecientes a Grupo Salinas, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, acumulan una deuda fiscal que supera los 63 mil millones de pesos. Esta cifra alarmante incluye más de 53 mil millones de pesos correspondientes a juicios fiscales y más de 10 mil millones de pesos por créditos fiscales.
El presidente López Obrador destacó la magnitud de esta deuda, señalando que supera incluso los presupuestos anuales de entidades federativas como Baja California Sur y Tlaxcala. Más del 90% de esta deuda proviene de la figura de consolidación fiscal utilizada entre 1982 y 2013, la cual permitía diferir el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR), pero no condonaba las responsabilidades fiscales.
El exprocurador fiscal de la federación, Félix Arturo Medina Padilla, explicó cómo las empresas de Grupo Salinas han utilizado su estructura legal y corporativa para impugnar y retrasar la emisión de una sentencia definitiva que las obligaría al pago de impuestos. A través de juicios de amparo y solicitudes a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), han logrado aplazar resoluciones.
La titular de la Procuraduría Fiscal de la Federación, Grisel Galeano García, detalló las estrategias legales empleadas por Grupo Salinas, incluyendo interpretaciones a modo y recursos innecesarios para retrasar los procesos. La información completa de estos procesos fiscales estará disponible en el portal del Gobierno de México.
El presidente López Obrador confía en que el Poder Judicial resuelva este asunto con prontitud antes de que concluya su sexenio, enfatizando que la exposición de la deuda no busca afectar a los empresarios, sino evitar la corrupción y la condonación de impuestos a grandes empresas. Esta revelación subraya la lucha del gobierno mexicano contra la corrupción y la búsqueda de justicia fiscal.
