El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, exige indagar si el incidente fue intencionado, mientras minimiza el suceso ocurrido en una estación de Yucatán.
El mandatario mexicano ha solicitado una investigación exhaustiva tras el descarrilamiento de un vagón del Tren Maya el pasado lunes en la estación de Tixkokob, Yucatán. López Obrador expresó su preocupación por la posibilidad de que el incidente haya sido provocado deliberadamente, aunque destacó que no se registraron heridos gracias al sistema de seguridad del tren.
El accidente ha avivado la controversia en torno al Tren Maya, un proyecto emblemático para el desarrollo del sureste mexicano, inaugurado recientemente. La oposición ha cuestionado la velocidad con la que se ha llevado a cabo la construcción del tren, acusando al presidente de buscar beneficios políticos antes de las elecciones.
López Obrador restó importancia al incidente al señalar que ocurrió dentro de una estación, minimizando así sus consecuencias. Sin embargo, la investigación en curso busca esclarecer las circunstancias del descarrilamiento y determinar cualquier posible negligencia.
El Tren Maya es una apuesta significativa para la economía regional, con planes ambiciosos de conectar varios estados del sureste mexicano. Sin embargo, la controversia en torno a posibles irregularidades en los contratos del proyecto, denunciadas por la oposición, ha aumentado la presión sobre el gobierno de López Obrador.
La polémica se intensifica con las acusaciones de corrupción formuladas por la candidata presidencial opositora, Xóchitl Gálvez, quien señaló a familiares de López Obrador, incluidos sus hijos, en presuntos actos irregulares relacionados con el Tren Maya. Este suceso plantea nuevos desafíos para el proyecto y para la administración del presidente mexicano.