Karla Mawcinitt, Presidenta de Fundación por México
Por: José Eduardo González Gómez Tagle Foto: José Manuel Ruíz
Desde niña, Karla Mawcinitt se interesó en ayudar a las comunidades. Hoy celebra siete años de Fundación por México, una asociación civil con la que revoluciona la manera de acercar educación, a través de una colaboración en la que participan la sociedad, las empresas y el gobierno.
“Después de 25 años trabajando en diversas áreas, me di cuenta que en las empresas necesitamos perfiles de gente capacitada, con la conciencia de que no todos los puestos necesitan ingenieros, abogados o licenciados en diversas carreras, sino que también se necesitaba apoyo para la población que vive en situación de vulnerabilidad, y noté que para ello la mejor herramienta es la educación”, explica en entrevista para La Revista del País Líder México.
Karla entró en acción y buscó la manera de vincular laboralmente a las comunidades con empresas locales o de alcance nacional.
“El capital humano capacitado se genera a través del programa Aula por México, donde tenemos todos los componentes y trabajamos de la mano de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para poder brindar educación a las personas de acuerdo al perfil y las necesidades de la empresa. Esto nos permite que podamos alfabetizar a una comunidad completa, y darles certificación de primaria y secundaria”, dice.
La ayuda se vuelve un ciclo donde, con los papeles de sus estudios y el aprendizaje obtenido, las personas consiguen mejores trabajos y ponen en práctica sus nuevas competencias y habilidades. El resultado: mayor desarrollo económico en diversas zonas.
GICSA, La Costeña, Cisco, Microsoft, Tecnológico de Monterrey, Clarins, Cuervo Tradicional, Arkansas State University, Conalep y Amitai son sólo algunos de los aliados del proyecto que dirige Karla, quien tiene claro que para crecer su modelo educativo es primordial que participe el gobierno con los enlaces, facilidades, programas e instalaciones; las empresas con inversión, equipamiento y apertura para que los capacitados con cierto perfil sean empleados; mientras que la Fundación realiza la coordinación y operación; así como la gestión de los programas y las becas.
Con el proyecto se pueden obtener documentos, como la certificación de educación básica (primaria y secundaria), a través de la alianza con el Instituto Nacional de Educación para los Adultos (INEA); Cursos de alfabetización digital, en convenio con CISCO, Microsoft y otros; un bachillerato profesional técnico, que abarca entre 63 carreras agrupadas en 7 áreas de formación técnica, por el CONALEP y el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias.
De géneros y fronteras
Es miembro del Women’s Forum for the Economy and Society. En sus 9 años dentro del Forum, se reúne cada ciclo con 500 mujeres de todo el mundo para escuchar los problemas de cada país y brindar soluciones.
“Buscamos paridad de género. Sé que es importante respetar y hacerte respetar al hacer tu trabajo, tal vez escucharemos un ‘no puedes’, pero sales adelante. A nivel ejecutivo creo que estamos ganando terreno porque estamos dando resultados. Está probado que una mujer como administradora o líder es muy eficiente”.
Asegura que la educación impulsa a las niñas, jóvenes y mujeres adultas a poder “liberarse económicamente”, y así generar su propio destino a través de sus decisiones. Por ello, dentro de los programas de la Fundación tienen un enfoque especial para las madres solteras.
“Fundación por México tiene un modelo educativo que va desde los programas básicos hasta las habilidades o alfabetizaciones digitales, a ello sumamos la vinculación laboral, añadimos la Ludoteca por México, que permite dejar a los niños en un lugar seguro mientras estudias. Eso permite el acceso a comunidades donde la escuela pública más cercana está a 20 kilómetros, así podemos generar desarrollo en zonas donde no había”, nos comparte Karla.
Mostrar los resultados positivos hizo que Fundación por México se convirtiera en miembro del Pacto Mundial desde agosto de 2020. Se trata de la mayor iniciativa en sostenibilidad empresarial, en la que participan más de 10 mil compañías y 4 mil organizaciones no gubernamentales a nivel mundial.
Los desafíos y los apoyos que faltan
Un gran reto fue superar la pandemia. Previo al cierre de actividades, la Fundación por México atendía a cerca de 4 mil personas, por lo que tuvieron que encontrar la forma de no detener y además crecer en cuanto las medidas sanitarias lo permitieron. Por ahora, la Fundación ayuda cada año a un promedio de 10 mil personas, las cuales son impactadas por alguno de los programas.
“Si pensamos que cada persona que ayudamos es parte de una familia, entonces esa cifra podríamos crecerla por cuatro, porque cuando alguien tiene un cambio positivo lo comparte con los suyos”.
Empujar a las empresas, incluso a nivel regional, a mejorar sus prácticas y hacerlas por el bien común, es parte de la tarea de Karla, quien reconoce que los proyectos como el que encabeza en realidad son semilleros de capital humano, y por tanto un generador de desarrollo económico.
“Lo que me gustaría es cambiar regiones completas, que quienes vivían en condiciones de vulnerabilidad ya no lo padezcan en un futuro cercano”.
Su meta para 2025, es tener 25 aulas funcionando en el país bajo su modelo educativo, a largo plazo le gustaría que todo el país pueda tener acceso a su programa, por lo que invita a los funcionarios públicos a sumarse a través de un:
“…mejor rendimiento de cuentas, porque así las empresas van a poder darle el dinero directamente a los municipios. Por eso tuve que crear la Fundación, para la transparencia de los recursos, porque se necesitaba ese intermediario entre el gobierno y las empresas interesadas en ayudar”.
Su plan también tiene que ver con un seguimiento a los sectores que se expanden económicamente en el país, así como sus posiciones, por lo que si se instala un área; por ejemplo, automotriz, su idea sería colocar ahí dos o tres aulas con su modelo, para que las personas puedan especializarse en lo que la zona demandará para los nuevos puestos. Aunque su labor está en buscar el apoyo de los empresarios, reconoce que el papel del gobierno es fundamental para lograr mayores resultados.
“Mi mensaje sería que hagan lo que les toca hacer, porque se tienen todas las herramientas. El gobierno es el mejor instrumento para hacer que las cosas pasen. Necesitamos funcionarios públicos comprometidos con el puesto. Trabajemos de la mano, busquemos el beneficio de lo demás”.
Las mujeres con educación y mayor conocimiento también pueden conducirse y llevar a sus familias de manera diferente, las familias deben crecer, desarrollarse y ser felices en comunidad.
“El llamado es que nosotros nos comprometamos para mejorar”, concluye