“Diagnóstico no es destino; sin embargo, el diagnóstico oportuno del cáncer significa esperanza y oportunidad de vida”
Por: Fernanda Betancourt / Foto: José Manuel Ruíz
En el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que data de 2021, se dio a conocer que el 8% de las defunciones en México fueron a causa de cáncer, y aunque pareciera una cifra menor, dista mucho de ello porque se trata de casi 90 mil muertes anuales por esta enfermedad. En las estadísticas de mortandad por cáncer en el país, la leucemia es el padecimiento más recurrente en la población de 0 a 29 años; mientras que colon, recto, ano y próstata son los más frecuentes en hombres de 30 años en adelante; y el tumor maligno en mama es lo que impacta a las mujeres mexicanas mayores de 30 años. Más allá de las cifras, lo que vive un paciente y su familia desde el diagnóstico es lo que nos revela Kenji López Cuevas, en una charla exclusiva para La Revista del País Líder México.
Originario de Poza Rica, Veracruz; además de ser abogado por profesión, el destino personal y profesional de Kenji cambió en 2013, cuando su madre, Tere, fue diagnosticada.
“En un inicio, los médicos nos mostraron esperanza, pues se trataba de un cáncer de mama en estadio II tratado con terapia oncológica durante un año y medio. Sin embargo, pasado ese tiempo el cáncer hizo metástasis e invadió otros órganos del cuerpo, por lo que recuerdo, fue mi hermano quien me dio la noticia de que el tiempo de vida que le restaba a mi madre era de seis meses. Afortunadamente, estuvo con nosotros un año y medio más. Desafortunadamente, falleció en mayo de 2016. Desde el primer minuto le prometí subirme al mismo ring y pelear en contra de esta enfermedad, y aquí estoy hasta el día de hoy”, nos relata.
El abogado mexicano inició su “lucha” contra el cáncer no sólo acompañando a su madre en el proceso, sino involucrándose en visitas hospitalarias a otros pacientes, en participar en carreras para algunas fundaciones o dentro de movimientos enfocados al cáncer infantil, hasta que en 2017, luego de ser voluntario, se convirtió en el fundador de Cáncer Warriors de México, A.C., una organización no gubernamental que tiene un enfoque de defensoría de derechos de pacientes diagnosticados con cáncer, a través de la presentación de iniciativas legales, reformas legislativas y promoción de políticas públicas, además de cubrir actividades asistenciales para pacientes y sus familias.
“La promesa que le hice a mi madre siguió no sólo mientras me involucraba en su tratamiento, ya que después de escuchar su diagnóstico me enfrenté a la disyuntiva de vivir en negación o ayudar dentro de mi familia y en otras… eso elegí”.
Recuerda quien previo a esta vivencia tenía una carrera profesional que le abrió paso para involucrarse en la lucha contra el cáncer desde un punto de vista jurídico.
Trinchera legal asociada a la salud
Kenji trabajó de 2005 a 2008 como asociado en la firma J.A. Treviño Abogados, S.A., luego siguió su carrera de 2008 a 2009 en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, como Secretario Particular Adjunto del Titular. Al año siguiente fue Asesor del Titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social Federal, donde colaboró en la estructuración de la reforma a la Ley Federal del Trabajo publicada en el Diario Oficial de la Federación de 2012, cuando se incorporaron derechos para personas con discapacidad y el concepto de trabajo digno. Para el período de 2012 a 2015, que fue cuando vivió el capítulo con su mamá, era Director Jurídico en la Secretaría Técnica del Gabinete en la Presidencia de México.
Su experiencia laboral, sumada a su vivencia alrededor del cáncer, hizo que su Fundación tuviera actividades donde se “combatiera” la enfermedad desde un enfoque legal.
“Cuando hablamos de niveles de apoyo yo les digo que existe un ‘paquete básico’ que puede ser desde un retuit, porque difundir información al respecto nos ayuda. Más del 70% de todos los tipos de cáncer se detectan en etapas avanzadas. Esto va en contra de lo que propone la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece que más del 40% de todos los tipos de cáncer podrían tener cura si se detectan tempranamente. En México requerimos de mucha mayor conciencia, información y empatía respecto a la enfermedad, y la manera de lograrlo es con campañas informativas”, explica.
La otra parte de su tarea está en visitas a hospitales, donde acerca donativos en especie, desde juguetes, comida, shows musicales y más. También tienen los permisos de las autoridades hacendarias para emitir recibos deducibles de impuestos a quienes les realicen donativos económicos, aunque aclara que su mayor fuerza está en:
“…nuestras iniciativas legislativas. Nosotros tenemos una enfoque hacia el uso de las leyes como herramienta eficaz en la lucha contra el cáncer en México. En nuestro haber tenemos ocho leyes reformadas, tres de carácter federal y cinco de carácter estatal, que se reflejan en miles de beneficiarios. A las personas les pedimos unirse a nuestras redes sociales y respaldar nuestras iniciativas con sólo arrobar a senadores, diputados, alcaldes, gobernadores, o a toda aquella y aquel tomador de decisiones que pueda significar una mejoría en esta campo de acción”.
Dentro de los avances que Cáncer Warriors de México consolidó están las licencias laborales para madres y padres menores de diagnosticados con cáncer, una iniciativa que surgió luego de que Kenji se sentara con algunos familiares a escuchar sus historias en los hospitales.
“Recuerdo que en alguna fiesta de noviembre me disfracé del Zorro, el personaje de películas que popularizó Antonio Banderas, y un amigo me dijo que me presentara así a los hospitales para convivir con niños con cáncer. Entonces, le preguntaba a los familiares cómo hacían para pasar tanto tiempo en el hospital y cómo tramitaban los permisos. Escuché historias de algunos a quienes ya los habían corrido y estaban esperando a que su tiempo de seguridad social se terminara, o a otros que vivían amenazados por sus jefes”, relata.
Como abogado asegura que trabajó en “traducir” ese problema a una iniciativa legislativa, porque consideró urgente reformar la Ley Federal del Trabajo para buscar incorporar como un permiso laboral legal que estos padres puedan acompañar a sus hijas e hijos con cáncer durante los tratamientos, y evitar que sea una causal de despido.
“Desde el punto de vista como persona lo veía como algo inhumano, pero también pensaba en los pequeños negocios, como un despacho de tres arquitectos, donde uno de ellos tuviera que faltar por esta situación, o que sucediera algo así en una papelería pequeña, o en una zapatería, ¿cómo sobreviviría ese negocio, cómo podríamos abordar este tema?”, se preguntaba entonces.
Fue para el 15 de febrero de 2017 que presentó formalmente la iniciativa, a través de un grupo multidisciplinario. Eligió la fecha porque se celebraba el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer infantil, y dos años después de llevarla al Senado, fue aprobada por unanimidad; además de que la Cámara de Diputados asignó 450 millones de pesos anuales para subsidiar a más de 10 mil mamás y papás, en el mismo período, para que puedan acompañar a sus hijos durante su tratamiento.
“Estamos ante una enfermedad que no discrimina, ni edad, ni género, ni ubicación geográfica y condición económica, mucho menos nacionalidad. De un país a otro habrá mayor incidencia de un tipo u otro o factores de riesgo diferentes, pero la enfermedad persiste. Además de esta iniciativa que llegó a buen puerto, tenemos el movimiento nacional denominado el Cáncer en la Agenda, que busca comprometer a los candidatos de diversos cargos públicos a que incorporen el tema de la lucha contra esta enfermedad entre sus actividades, además de promover la iniciativa ‘Un día contra el cáncer’, que busca reformar leyes de carácter estatal para poder otorgar un día anual, con goce de sueldo, a mujeres y hombres trabajadores para que puedan realizarse una mamografía, papanicolaou o antígeno postático, y detectar tempranamente cáncer de mamá, cérvicouterino o de próstata”, explica.
Posicionando la agenda del cáncer en México y en el mundo
Kenji además de ser un egresado del Tecnológico de Monterrey, realizó una Maestría en Políticas Públicas y continuó su formación en la Universidad de Harvard y Georgetown. Trabajó en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como Director de Organismos Especializados y trabajó en la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, donde se ocupó de asuntos relacionados con tratados internacionales. Luego, fundó Cáncer Warriors de México en 2017.
Con su experiencia, Kenji buscó activamente la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) en Ginebra, Suiza, que reúne a más de 1,500 miembros de más de 190 países. Inicialmente, se interesó en participar en eventos de la UICC, incluyendo el Congreso Mundial Contra el Cáncer en Malasia y Kuala Lumpur, donde buscó promover un tema que era relevante para México. Su participación activa y resultados positivos llevaron a su nominación por organizaciones de México y América Latina para convertirse en miembro de la Junta Directiva de la UICC, compuesta por 14 consejeros de todo el mundo.
Kenji se involucró activamente en la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) y, según sus propias palabras, “Fui electo en el año 2020, para el periodo 2020-2022, representando a la región de América Latina”, donde trabajó en conjunto con más de 100 organizaciones de la región para abogar por un mayor presupuesto público en la lucha contra el cáncer.
Al volver a México, Kenji participa activamente en la construcción de la iniciativa de la Ley General de Cáncer, colaborando con 12 organizaciones de la sociedad civil. Según él mismo explica, esta ley tiene como objetivo establecer “un plan nacional de control estructural de cáncer” que abarque desde la detección temprana, prevención, tamizaje, atención integral del padecimiento, así como cuidados paliativos e investigación.
Esta iniciativa se encuentra en la cuarta fase y se presentará próximamente al Senado de la República, gracias al apoyo e impulso de cinco senadoras y senador clave: Sylvana Beltrones, Miguel Ángel Mancera, Nuvia Mayorga, Noemí Reynoso y Lilia Valdéz.
Kenji también destaca que esta ley servirá como “eje rector para la atención de este padecimiento, con miras transexenales”, basándose en recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y subraya la importancia de contar con suficiencia presupuestal para su ejecución.
Gobierno y cáncer ¿existe el apoyo?
Kenji menciona que el sistema de salud pública en México está fragmentado, con diferentes sistemas de seguridad social y falta de coordinación. Desde su perspectiva, otro problema es la falta de disponibilidad de medicamentos, y señala que el desabasto es un hecho real, lo que puede tener graves consecuencias para los pacientes con cáncer. Kenji considera que esto va en contra del derecho humano a la protección al acceso a la salud establecido en el artículo 4 de la Constitución Mexicana.
En su trabajo de acompañamiento a pacientes con cáncer, Kenji ha experimentado la falta de camas en hospitales y la alta demanda de pacientes sin seguridad social que necesitan atención. Esto enfatiza la importancia de abordar la escasez de tratamiento y la falta de atención para los pacientes con cáncer en México.
Kenji destaca la división en el interés gubernamental en la lucha contra el cáncer a nivel municipal, estatal y federal, mencionando que algunos estados como Nuevo León, Durango, Estado de México, Aguascalientes y Jalisco tienen un enfoque empático, mientras que otros tienen diferentes ideologías. Según él, “A nivel federal calificaría como que hay muy buenas intenciones, aunque de pronto con falta de ejecución o falta de claridad en la operación”. Además, señala que la creación del INSABI fue una buena intención con falta de claridad en la ejecución que generó incertidumbre.
López Cuevas, quien tiene experiencia personal relacionada con el cáncer en su familia, resalta que el diagnóstico de cáncer generalmente se hace en una etapa avanzada para el 80% de las personas, lo que es un gran problema.
