Diseñadora mexicana traspasa fronteras
Por: Regina Cortés I Foto: José Manuel Ruíz
La diseñadora mexicana Raquel Orozco trasciende en la industria por su modelo de negocio que lleva al extranjero la calidad de las creaciones hechas en México; así como por su compromiso por integrar a más mujeres al fashion corporativo.
Cuando a Raquel Orozco se le pregunta por su inspiración, tal parece que se estuviera describiendo. Ella diseña para las mujeres reales y versátiles, las que trabajan y pueden pasar de una junta escolar de sus hijos a una reunión corporativa o una cena con amigas llenas de planes. Y si bien a sus prendas las define un estilo contemporáneo y elegante, su gran distintivo es la calidad, por lo que es una clara muestra de que lo “Hecho en México” sí puede trascender y cruzar fronteras, además de convertir a otras mujeres en micro empresarias.
La Revista del País Líder México sostuvo una plática abierta con quien inició su pasión como estudiante de Diseño Gráfico. Desde entonces recuerda que le deslumbraban los colores vibrantes, las figuras geométricas y las texturas, que hoy son la materia prima de un sentido agudo para construir armarios únicos.
Sus primeros trabajos como recién egresada incluían la creación de imágenes corporativas y branding para empresas del entorno fashion, aunque relata que:
“Mi primera aproximación con la moda fue cuando trabajaba en la empresa de mi hermano, quien tenía una fábrica muy grande de ropa para el sector que se denominaba ‘juniors’, donde principalmente se comercializaban jeans. Mis intereses eran otros, los de tener algo más sofisticado, para una mujer más adulta y a partir de ahí arranqué desde cero mi propio proyecto”.
Su proceso fue literalmente su maestro. Recuerda que surgieron “demasiados baches” mientras construía su marca, aunque no desistió y hoy es la protagonista de RO, la firma homónima, cuya primera boutique celebra 12 años este 2023.
“Los momentos más decisivos que me ayudaron a formarme como diseñadora fueron la necesidad de crear un concepto de una marca. Mi interés fue el vestir a una mujer de una manera fácil, pero que pudiera verse realmente cool y sofisticada, sin tener que comprar muchos accesorios. Mi concepto es un lujo accesible, que con un vestido puedas ir a una comida o una junta, que las piezas sean inversiones y no gastos, entonces pensaba en mujeres prácticas, que con su agenda llena lo que menos quieren es preocuparse por combinar lo que usarán”, explica.
Del poder visual a la sofisticación, cada prenda de Raquel Orozco cumple con la regla de ser 100% expresiva. Para lograrlo, su maniquí y su principal usuaria fue ella misma, por lo que fueron sus amigas o personas cercanas quienes le preguntaban dónde conseguía lo que traía puesto, y eso detonó un crecimiento orgánico de su propuesta.
Proceso Creativo
Chiffon, crepé, tafetán y organza de seda; además de lana, tul, algodón y cuero dan vida a las creaciones de la mexicana. Dentro de cada una de sus colecciones tiene tres prendas clave: un blazer, un vestido y un extra para complementar, que bien puede ser un básico atemporal. Sus creaciones las divide en lo del diario, que bien puede ser workwear, weekend, vacation, essentials y accesorios; más la parte de eventos donde agrega las categorías wedding guest, garden party, date night y party.
Su primera labor empieza en un boceto, mismos que acumula hasta que con la mesa llena descarta y crea una historia con un hilo conductor. Su siguiente trabajo es decidir texturas y colores, para iniciar la producción y luego de un aproximado de tres meses tener las prendas en la boutique.
“Sin duda mi fuente de inspiración son las mujeres reales que conozco y que me rodean, desde las jóvenes actuales, que tienen una visión progresista que me encanta escuchar; como las mujeres que de alguna forma son mi interacción en el día a día. En el momento que empiezo a generar estas colecciones, voy diseñando e imaginando: esta pieza la puede ocupar tal persona. Pienso en todas las necesidades, cuerpos y profesiones. Cuando termino una colección los nombres de las prendas son los de las mujeres que me van inspirando en el proceso”, dice.
Además de estar al frente de su empresa, Raquel también vive a tope su papel de madre, por lo que asegura que el gusto compartido con sus hijas es el de pintar, y es de esos cuadros donde también encuentra las paletas de colores.
Ayudar Para Crecer
Cada pieza de la diseñadora Raquel Orozco es confeccionada y bordada por artesanas mexicanas, esto como parte de un compromiso con el arte y la cultura, pero también con la moda sostenible. Su interés va más allá de mermar el impacto ambiental en la industria fashion, también lo realza con la innovación de técnicas y, más aún, con la sororidad, por lo que mejora la calidad de vida de las comunidades artesanales, al capacitarlas de manera formal para fomentar el desarrollo comunitario.
“En 2018 empezamos a trabajar en mi empresa bajo los principios de cero residuos. Entonces, para no seguir contaminando, creamos un proyecto para separar los residuos de telas, y de ahí buscamos mujeres que trabajaran desde sus casas y que con esos recortes pudieran generar flores. Quienes llegaron de inicio con nosotros luego trajeron a más personas, y de ahí inició todo un proyecto para convertirlas en sus propias empresas”, explica en exclusiva.
Cuando la cantidad de apoyo creció, el equipo de Raquel en la parte legal y financiera, capacitó a las mujeres en el know how para crear micro empresas.
“Ellas ya necesitaban saber cómo se crea una factura, cómo darse de alta en Hacienda o cómo romper el miedo a crecer o a aprender más técnicas”, nos cuenta la diseñadora.
El compromiso de ayudar debía tener un ritmo, ya que no sólo bastaba generar los accesorios de tela en forma de flor, sino encontrar un proyecto donde éstas pudieran adherirse a diseños o planes de venta.
“De ahí en adelante tuvimos la labor de no dejar de darles trabajo semanalmente, para que durante todo el año hagan flores totalmente artesanales, porque cada pétalo va cortado a mano, las orillas llevan técnica con procesos del fuego de velas para lograr las texturas, y de ahí hicimos algunas para solapas, para los cuellos o faldas llenas de flores para las temporadas estivales. Ahora también estamos trabajando en talleres de bordado y seguiremos capacitando a más mujeres para integrarlas a la industria”, explica.
Planes a Corto Plazo
Además de sus tiendas en Emilio Castelar 227-B, en el corazón de la colonia Polanco, y dentro de Antara Fashion Hall, la firma de la mexicana realiza envíos en todo el continente americano, Europa y Medio Oriente. Funge como una catalizador de la moda nacional, donde no sólo asegura la autosuficiencia social y económica de su marca, sino de las mujeres que trabajan para ella como equipo o dentro de sus capacitaciones. Sus planes de internacionalizarse son firmes.
“Estamos dando pasos en Nueva York y Miami. Próximamente vamos a hacer algo vía remota en París. Poco a poco lo que queremos es que sepan que somos una marca de manufactura mexicana, y que sepan que aquí se pueden hacer piezas de calidad, artesanalmente sofisticadas”.
Desde su punto de vista, independiente a la originalidad de sus diseños, es la calidad lo que impulsa su estilo.
“Es ahí donde todos tenemos que trabajar muchísimo, no conformarnos con que se vea bien a simple vista, sino que realmente podamos calificar de efectivo lo que diseñamos, porque así abriremos caminos a las próximas generaciones”, puntualiza.
Marcar el Rumbo
“Cuando tienes una vocación, lo importante es crear tu propio negocio, vivir de él, convencerte de que te gusta y que todos los pasos que conlleva la creación de una pieza te satisfacen. Como diseñadora debo involucrarme en todo, desde el patronaje, corte de la tela, producción y más. Si quieres delegar más adelante esas labores debes adentrarte al 100% para saber cómo revisar tu calidad. No podemos pensar que la fama es primero, eso es consecuencia de tener clientes satisfechos.”
Raquel Orozco se recuerda como una joven impaciente, que podía enojarse con facilidad ante un ‘no’.
“Quería solucionar todo de manera rápida, pero ahora comprendo que todo tiene su tiempo. Cada bache debe volverse un reto, un fuego interno para buscar la respuesta positiva. No se vale victimizarse, sino analizar si lo que estamos entregando realmente es un producto bien hecho, si es el momento de lanzarlo, y de no ser así hay que documentar el resultado para mejorarlo”, afirma.
Con esa experiencia a cuestas, para quienes se inician en el fashion system mexicano, los invita a revisar, primero, si realmente es su vocación.
“No se nublen con la portada de una revista o con ser famosos muy rápido, porque esta profesión va más allá de eso. Tenemos que complacer a los clientes con piezas que nos hagan sentir orgullosos, porque esa persona satisfecha traerá a otras a tu negocio y de ahí podrás crecer”, concluye.