¿México está preparado para recuperarse económicamente?
¿La economía mexicana sigue “confinada”?
¿Mayor deuda y menor crecimiento? La verdad sobre la economía mexicana para 2021
De vacunas, deudas, crédito, crecimiento y más se habla a diario, pero hoy es Gabriel Yorio González, subsecretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), quien desmenuza para la Revista Líder México, LA REVISTA DEL PAÍS el panorama de los números positivos y negativos que le depara a México lo que resta de 2021
Por: J. Fernando Fuentes
No resulta una novedad el duro golpe que el Covid-19 impuso a la economía global. Eran las primeras semanas de 2021 cuando Gabriel Yorio González, subsecretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer que la crisis sanitaria se tradujo en una caída del 8.5% en el Producto Interno Bruto (PIB) en 2020, el indicador más bajo desde 1932, cuando la Gran Depresión llevó la cifra a menos 14.92%.
En un país como México donde hablar de economía es un tema escabroso, ser puntual con las cifras del pasado es tan preponderante como conocer lo que se espera para el futuro. Hace apenas unos días, la SHCP entregó al Congreso los Pre-Criterios de 2022, entonces subió de 4.6 a 5.3% el pronóstico de crecimiento para el país en 2021. ¿Cómo se hará, es realmente factible, esto se proyecta también en otras naciones?
“Hay preguntas sobre el crecimiento económico que generan mucho debate y no sólo en México sino alrededor del mundo”, explica en exclusiva Yorio González para Líder México. “Creo que hay que tener una consideración sobre esta crisis, puesto que es la peor que se ha vivido en los últimos 80 años. Se trata además de dos problemas, por un lado la de salud, que desemboca en una crisis económica, y las dos tienen carácter global, algo que nunca se había vivido en la época moderna”.
Respecto a las diferencias con otros momentos álgidos de la economía, el subsecretario de la SHCP nos pide recordar “la crisis de los años 80 o la del 2009, que se generaron por desajustes en las variables económicas, rigidez en el tipo de cambio, algún tipo de desequilibrio en la parte macro fiscal o en los agregados fiscales que desembocan en una crisis de deuda y de alguna manera las recuperaciones han sido de acuerdo al margen de maniobra que tengan los gobiernos, con políticas procíclicas. como subir los impuestos”.
Sin embargo, en esta ocasión, asegura que la pandemia tuvo una crisis con un diseño específico donde los países decidieron cerrar su economía. “Los factores de producción no fueron afectados precisamente por algún tipo de burbuja o desequilibrio, los factores de producción siguen ahí, sólo se suspendieron las actividades, entonces tratamos de tomar medidas que no fueran procíclicas, sino contracíclicas. La primera fue mantener el gasto del gobierno, en vez de recortarlo, pero sobre todo localizarlo en la pandemia, tratar de mandar el mayor número de recursos presupuestales al sector salud para atender la crisis sanitaria”, explica.
VACUNAS COMO ESPERANZA
El subsecretario argumenta que fue en septiembre del año pasado cuando se iniciaron las negociaciones para las vacunas, por lo que consolidaron que México fuera el primer país de Latinoamérica que inició la inoculación. “Tenemos en este momento contratos de vacunas para alcanzar el 80% de la población que se puede vacunar, porque solamente se pueden vacunar mayores de 15 años. Tal vez en un par de meses se encontrará el método para vacunar a los menores, pero actualmente se tiene asegurada esta medida para prácticamente para toda la población”.
Para tomar en cuenta cuánto cómo se manejó la economía durante la pandemia, durante un reciente informe de la SHCP se detalló que durante el último trimestre de 2020 se gastaron 5 billones 313 mil 931.5 pesos, cifra que representa una diferencia del 0.3 por ciento en comparación con el mismo lapso del año 2019. En lo que respecta al gasto en salud, Yorio González apuntó que el año pasado se gastaron 51.6 mil millones de pesos más que en 2019. Sobre el monto asignado a asistencia social, el funcionario informó que fueron asignados 2.9 billones de pesos.
La meta del gobierno es clara. “Esto es lo que nos va a permitir que para agosto de este año estemos muy cerca de la ‘inmunidad de rebaño’ y la económica podrá ser abierta en su totalidad. También debemos considerar que la prioridad en este momento es que veremos las olas de virus, los segundos impactos que van generando confinamientos parciales, pero en la medida que disminuyan podremos avanzar”, argumenta.
“Ya no estamos confinados”, dice el subsecretario para poner la base respecto a cómo se moverá la economía en lo que resta del año. Asegura que “la economía está abierta parcialmente o totalmente en algunos sectores. Si bien estamos viendo recuperación asimétrica, es precisamente porque algunos sectores dependen más del consumo o de la cercanía con la gente, cosa que es un tema que se va a ir mitigando conforme hagamos el despliegue de las vacunas, y para eso hemos sido muy claros en que mientras no logremos vacunar a toda la población, prácticamente no vamos a poder reabrir la economía, es un consenso a nivel global. La prioridad es la salud de los mexicanos y la segunda necesidad es asegurar que habrá vacunas para todos.
LOS NÚMEROS DEL 2021
Aunque todavía estamos inmersos en la pandemia, el equipo de la SHCP se muestra optimista y enfatiza que sí habrá crecimiento en 2021. El Banco de México lo ubica en un rango de 2.8 a 6.7%, analistas de Citibanamex en 4.5%, el Fondo Monetario Internacional en 4.3% y el Banco Mundial en 4.5%. La Secretaría lo estima en 5.3%, un tanto arriba de los pronósticos.
“Cuando lanzamos esta estimación no teníamos claridad sobre la velocidad con que se iban a producir y distribuir las vacunas, por lo tanto el programa de vacunación que se está desplegando en este momento, no fue incorporado en esa estimación, así que en el corto plazo volvimos a calcularlo y esperamos que la alza sea superior al 5 por ciento. Hay factores externos que nos dan también la guía, como el paquete de estímulos que lanzó Estados Unidos, el cual está jalando a la economía global y nosotros estamos muy integrados con ellos. China también está reaccionando bastante bien, lo estamos viendo en el precio de las materias primas, el petróleo comienza a subir. Todo lo que consume China empieza a subir, y entonces la perspectiva de crecimientos globales son mejores… la de México va a ser igual”, argumenta Yorio González.
Y si bien la mira está puesta en el futuro, está trazada con una base en el pasado. “También ha habido factores externos que impiden a México y el mundo tengan un mejor desempeño económico de lo que se esperaba”, define el subsecretario. Explica que en 2020 los especialistas esperaban que México cayera al menos 10 u 11%, pero “nosotros dijimos que sería menos 8% y a finales de año la mayoría de los especialistas convergieron en nuestra estimación y se llegó a que la caída fue de 8.2%. No vamos a celebrar, es una caída fuerte, pero fuimos precisos en la estimación”.
Respecto a las diversas medidas que se tomaron en materia de economía para contrarrestar el impacto de la pandemia, asegura que ahora “lo importante era saber si tendrían efectividad. Si el canal de consumo es estrecho, la gente de todos modos no iba consumir, eso se vio en Estados Unidos. Las transferencias se fueron a pagar deudas, o se ahorraron, no fueron al consumo. Entonces una política contracíclica tradicional no parecía estar limitada. Todo eso va a ser diferente en el 2021, porque con la economía abierta, lo que vamos a querer ahora es que haya mayor consumo, por lo tanto hay que estar viendo qué tipo de espacio fiscal tendremos para impulsar el consumo, que es donde creo que tienen que estar la mayoría de los esfuerzos”.
¿LA 4T CRECIÓ LA DEUDA?
Desde sus trincheras, la población mexicana por generaciones ha escuchado la palabra deuda como hermana de la crisis. Cuando se habla de una economía nacional, desde las campañas este tema es parte del convencimiento ante el voto, por lo que ahora que se habla de que la deuda de México creció, de inmediato se pone el ojo en el gobierno federal y en si hace o no bien lo que prometió.
“Es un tema que se puede abordar desde diferentes ángulos”, defiende el subsecretario, “entiendo que las preocupaciones de la población van cambiando dependiendo de la etapa en la que nos encontremos. Si recordamos, hace dos años, al arranque del sexenio la principal preocupación era que el gobierno se fuera a endeudar, lo pensaba la población, los inversionistas y las calificadoras. Ahora es al revés, pues piden que nos endeudemos, así que debemos poner este tema en contexto”.
Como primer punto, el economista nos define que en México hay varias restricciones de cómo se puede utilizar la deuda. La primera es una constitucional, que establece que debe ser usada para infraestructura. “La lógica es que si adquieres una cuenta, la debes invertir en un pasivo, pero si lo inviertes en un activo, el pasivo tiene un costo. Entonces lo que debes buscar es que el activo se incremente en valor de tal manera que el pasivo se mantenga igual, así la deuda será repagable, sostenible. Así que la primera restricción la tenemos en la Constitución”.
Por otro lado, señala que lo importante es mantener la estabilidad de la economía y para ello es necesario tener una política fiscal coherente. “Debemos tener un compromiso claro de mantener las finanzas sanas”, dice.
Respecto a las cifras de México, confirma que la deuda pública, “por el puro efecto de devaluación, por el efecto del Covid-19, se incrementó. Tenemos una parte de la deuda que está valuada en moneda extranjera y empezando la pandemia el dólar llegó a 25 pesos; es decir, que se tuvo un efecto de devaluación inmediato. Pero además, la forma en que se mide la sostenibilidad de la deuda es al dividirla con el Producto Interno Bruto (PIB), entonces si estimamos que iba a caer en menos 8%, el rango de la deuda subió por puros efectos de devaluación, sin contratar deuda”.
Para quienes informan que la deuda creció por malos manejos, el subsecretario es tajante: “no emitimos más bonos, para hacerlo necesitamos autorización del Congreso. El puro efecto de devaluación ya había generado un impacto en el endeudamiento. El segundo tema es que el Gobierno no puede tomar más deuda porque sí. Aunque lo quisiera, aunque haya motivos y lo permitiera la ley, hay que ir al Congreso y pedir una autorización para ese fin. Hay varias restricciones que explican porqué México no puede adquirir deuda para ciertos temas, obviamente debemos buscar otras formas para solucionar el problema”.
MÉXICO, ¿TERRENO FÉRTIL PARA INVERTIR?
El riesgo financiero es una de las sombras que persiguen a los países con altas deudas. Que una calificadora considere que el país no es apto para invertir, hace que las economías y las oportunidades de desarrollo cesen, es por ello que preguntamos al subsecretario de la SHCP su opinión respecto a quienes consideran a México como un terreno no adecuado para depositar su confianza en el ámbito económico.
“Debemos tomar en cuenta que cada una de esas calificadoras tiene sus propios parámetros, cada una de ellas pondera alguna variable en particular, es lo que hace la diferencia entre ellas. Lo que lo que principalmente evalúan es la capacidad de repago de los países. Entonces, en la medida en que perciban una probabilidad de que México no pueda pagar su deuda, van a generar un efecto en el ajuste de la calificación. Aquí debo enfatizar que el país no ha dejado de pagar la deuda en los últimos años, la última crisis de este tipo fue en 1982. Desde entonces se mejora significativamente cada año, nos han costado mucho trabajo los mercados de deuda y el portafolio de deuda del país”, explica.
“México es un emisor atractivo para los mercados”, puntualiza el economista. “Cada vez que hacemos una emisión es sobre demandada, incluso algunos inversionistas piden que se emitan más, lo cual no está relacionado con el costo, me refiero a la prima que se paga en el mercado por llevar nuevas emisiones. De momento somos un emisor global reconocido, las calificadoras han reconocido la fortaleza de los ingresos”.
Para lograr que nos vean de esta manera, el subsecretario abunda en que “las medidas de combate a la evasión lo que han logrado es que, por ejemplo en el 2020, cuando la economía se cayó en 8%, usualmente con la elasticidad de los ingresos y egresos, uno hubiera esperado que los ingresos se cayeran entre el 8 y el 10%, más o menos, como pasó en Europa. En México no se cayeron. De hecho, los ingresos se incrementaron y eso permitió que las finanzas públicas cerraran el año pasado con una fortaleza que no era la que esperaban ni las calificadoras, ni el mercado. Eso lo identificaron las calificadoras y ratificaron su puntuación”.
Revisa la entrevista completa en la edición Abril-Mayo de Revista Líder México